Existe una mentalidad correcta para jugar en línea, esa típica que solemos ver en las películas de Hollywood donde el protagonista cuenta con una baraja de cartas o se encuentra en el casino. Comienza a mirar fijamente su mano, luego a su rival, todo mientras la música va in crescendo hasta llegar al punto máximo de climax, donde descubra la jugada adecuada y gana no sólo la partida, sino todo el dinero, la muchacha bonita y al público que lo ovaciona como si se tratase de un gol en la final de la Copa del Mundo.

Si crees que ese es el tipo de mentalidad correcta entonces estás muy equivocado ya que eso es sólo ficción, una en donde el guionista decide la historia y el destino. En la vida real hay que ser más prudente, la prudencia es la palabra clave para poder llevarse la mayor cantidad de dinero posible.

Puede sonar muy sencillo y hasta banal decir la palabra prudencia sola, por eso matizaremos un poco más en el tema para que no crean que sólo hay que jugar con prudencia ya que envuelve algunas cosas más.
Una persona que de verdad saber jugar en los casinos online reconoce en cada momento el punto en el que se encuentra. Ya sea jugando al Póker, al Bingo, las tragaperrras, el Blackjack o lo que sea, es consciente del dinero que tiene, lo que ha ganado, lo que ha pérdido y cuál es el límite que ha establecido para ambos. Cada vez que se pasa, tanto en ganancias como en pérdidas, cierra el sitio y no juega más hasta la próxima vez. No se deja llevar por las emociones del momento.

Es también un conocedor de su realidad, por lo que reconoce que es mejor irse a dormir con hambre que despertarse con deudas, por lo que NO juega el dinero que actualmente no tiene. Y sabe lo que es real y lo que no, por lo que intenta que ganar, por más que sea poco cada vez, se convierta en una norma, no en una excepción en donde ganará millones como en las películas porque es improbable según las estadísticas y ellas sí influyen en este ámbito. Todo esto se refleja en las mesas elegidas, acordes a su nivel y presupuesto, desconfiando de los "todo o nada" y guardando cierto porcentaje de lo que ha ganado para aquellos momentos de vacas flacas que pueden llegar cuando menos lo espere.

De eso se trata la mentalidad de un buen jugador en línea, de ser prudente. Y tener prudencia no quiere decir que se sea cobarde, son dos conceptos muy diferentes. El cobarde no apuesta por el miedo a fallar, mientras que el prudente no lo hace hasta saber que el beneficio que obtendrá es mayor que su pérdida. La prudencia debe relacionarse con la inteligencia.


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